Congestión nasal en bebés: Como detectarla y qué hacer

La congestión nasal en bebés, se debe a que su sistema inmunitario no está totalmente desarrollado. Esto provoca que frecuentemente se resfríen, ya que existen más de 200 virus que pueden generar un resfriado común.

Congestión nasal en bebés ¿Qué la produce?

El bebé es muy propenso a estas enfermedades, ya que toca y explora todo lo que tiene a su alcance, y muchas veces, se lo lleva a la boca. De esta forma, los virus pasan de sus manos a su boca, instalándose en su organismo.

En las temporadas de otoño e invierno, los ambientes calefaccionados provocan que las membranas nasales se sequen. De esta forma, es cuando los virus encuentran un campo propicio para instalarse, por medio del contagio de persona a persona. Así, el bebé, puede tener, en el transcurso de un año, entre seis y diez resfriados, como promedio.

En general No causa problemas respiratorios, pero interfiere en la alimentación y el sueño, al encontrarse incómodo. Al sentirse congestionado, las tomas de alimento serán más espaciadas, y se encontrará irritable por falta de sueño.

Posibles soluciones a la congestión nasal en bebés

Esto debe ser todo un alerta para la mamá, para saber qué hacer si el bebé tiene congestión nasal.

  • Como primera medida, unas gotitas de suero fisiológico o solución salina, para limpiarle la nariz
  • También se puede emplear un extractor nasal, con forma de pera, para hacer una succión en cada una de las fosas nasales. Esta limpieza es muy importante realizarla antes de alimentarlo, ya que el bebé tiene su boca ocupada con la succión. Esta es una de las causas de que no quiera alimentarse, al no poder respirar cómodo por la nariz.
  • En ambientes cerrados, que son calefaccionados en invierno o con aire acondicionado en verano, las membranas nasales se resecan. El uso de humidificadores es muy aconsejable para estos casos.
  • También son aconsejables los baños de vapor, por ejemplo, abriendo la ducha para llenar el baño de vapor. Allí el bebé tendrá aire húmedo suficiente para hidratar sus pequeñas fosas nasales.
  • Mantener al bebé con la cabeza lo más erguida posible durante el día, y cuando duerme, elevarle un poco la almohada. El bebé, hasta los seis meses de vida, sólo respira por la nariz. Por lo que, si está congestionada, se sentirá molesto.
  • Más aún, hasta los dos años de edad, la respiración del niño es generalmente nasal, para favorecer la succión del alimento materno. De este modo, es importante tomar precauciones para que la congestión nasal no prospere.
  • El lavado con suero fisiológico también es adecuado. Este tipo de suero, no contiene medicamentos, y se debe tomar como hábito para la salud nasal del niño. Los niños, hasta aproximadamente los cinco años de edad, no pueden sonarse la nariz. Por esto es importante mantener las fosas nasales limpias de mucosidad, realizando regularmente lavados nasales.

 En caso de los bebés, unas gotitas de suero fisiológico para reblandecer la mucosidad, y luego succionarla con el extractor nasal. Los momentos propicios  para esto son, antes de mamar, y al acostarlo, para que respire bien al dormir.

 

Consideraciones Importantes para tener en cuenta

A los bebés no se les debe dar ningún medicamento para la congestión nasal, a no ser que la recete el pediatra. La automedicación, en los lactantes, puede tener efectos secundarios peligrosos.

Los medicamentos para los resfriados, no acortan el período de la enfermedad, y además, puede tratarse solo de una congestión. Por esto, siempre se debe consultar con el médico, antes de proporcionar al bebé cualquier clase de medicamentos.

Finalmente, para evitar la congestión nasal en bebés, es indispensable mantener al bebé con las fosas nasales libres de mucosidades. Utilizando las herramientas ya mencionadas. Y se destaca la necesidad de recurrir a un médico especialista en el caso de detectar cualquier anomalía en el bebé.

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