Conoce todo sobre la enfermedad de Ménière

La enfermedad de Ménière es un trastorno del oído interno; descrita por primera vez en 1861 por el Médico Francés Prosper Ménière.

Según trabajos del Commitee on Hearing and Equilibrium de la Academia Americana de Otorrinolaringología – Head and NeckSurgery (AAO-HNS), citados por la Federación Argentina de Sociedades de Otorrinolaringología (FASO)

Describimos una tétrada específica asociada a esta enfermedad: Hipoacusia Neurosensorial fluctuante, vértigo recurrente, Acufeno fluctuante y Sensación de plenitud Ótica.

Puede ocurrir a cualquier edad, pero tiene mayor frecuencia en Mujeres entre los 40 y 60 años.

POR QUÉ SE PRODUCE LA ENFERMEDAD?

En cuanto a la fisiopatología de la enfermedad; Se produce lesión a nivel del Oído interno secundario al aumento de la presión por el líquido endolinfático ya sea por un aumento de su producción, disminución de su reabsorción o alteración en la circulación del mismo. Esto conlleva a una dilatación del laberinto membranoso conocido como Hidropesía endolinfática. Cabe destacar que la hidropesía puede verse además asociada a otras patologías vestibulares,  tales como, la migraña vestibular, tumores del saco endolinfático, enfermedad autoinmune del oído interno; es por esto que el diagnostico debe realizarse de manera precisa y orientado.

QUÉ SINTOMAS PRESENTA EL PACIENTE?

El curso de la enfermedad puede ser variable,  algunos pacientes pueden presentar pérdida progresiva de la audición o crisis de vértigo severas o algunos pueden presentar  síntomas mixtos.

Las crisis suelen comenzar de manera progresiva en siguiente orden:

  • Acufenos en tonalidad grave: Episódico y se va acentuando
  • Sensación de plenitud ótica
  • Vértigo: Dura de minutos a horas acompañado de nistagmo horizontal u horizonte-rotatorio.
  • Hipoacusia neurosensorial fluctuante: Progresiva con las distintas crisis, suele presentar caída en graves con nivelación en el audiograma o con posterior caída en tonos agudos.

Criterios diagnósticos:

  • Dos o más ataques de vértigo con duración entre 20 minutos y 12 horas
  • Documentación audiométrica de hipoacusia neurosensorial fluctuante en tonos graves en relación con los episodios de vértigo.
  • Síntomas aurales fluctuantes en el oído afectado

Exámenes complementarios

  1. Audiometría; es parte necesaria de la evaluación del paciente. El patrón es Neurosensorial y cursa con caídas en tonos graves de diferente magnitud.  La logoaudimetría muestra curvas desplazadas con reclutamiento
  2. Electrococleografía: Compara la magnitud del potencial de suma con respecto al potencia de acción. La presencia de hidropesía genera un PS con gran amplitud en comparación con el PA, al distender de membrana basilar hacia la escala timpánica. Esto da como resultado una relación PS/PA mayor a 35% en pacientes con EM.
  3. Resonancia magnética: para descartar otras causas de vértigo, por ejemplo de origen central.

COMO SE TRATA LA ENFERMEDAD DE MÉNIÈRE?

Tratamiento sintomático

  1. Depresores vestibulares centrales: Diazepam o Lorazepam
  2. Antihistamínicos de primera generación: Difenhidramina
  3. Diuréticos: Clortalidona
  4. Apoyo psicológico y psiquiátrico

Tratamiento quirúrgico

  1. Inyección transtimpánica de Gentamicina
  2. Descomprensión del saco endolinfático
  3. Neurectomía selectiva del Nervio vestibular
  4. Laberintectomía: Elimina los cinco núcleos de neuroepitelio. Se indica en casos de tratamientos anteriores no exitosos. Se indica en pacientes con umbrales en 60 dB o menores y logo audiometrías en 50% de discriminación o peor. Puede plantearse la colocación de un implante coclear.

Metas en el tratamiento

  • Reducir la frecuencia y severidad de las crisis de vértigos
  • Reducir o eliminar tinitus y perdida de la audición
  • Prevenir la pérdida progresiva de la audición

Las crisis de vértigo pueden ser controladas en el 90-95% de los pacientes que reciben tratamiento

CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA DE LOS PACIENTES

  • Disminuir consumo de sal en la dieta.
  • Evitar consumo de cafeína, Alcohol, nicotina
  • Iniciar terapia de rehabilitación vestibular
  • Hacer ejercicio de manera regular

 

 

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