consecuencias de escuchar música fuerte

Lesiones de oído: las consecuencias de escuchar música fuerte

Desde la invención del walkman en adelante, llevar nuestra música favorita a cada actividad de la rutina fue cada año más fácil.

Por otra parte, la capacidad de los equipos de música dista mucho de la potencia de los viejos gramófono de la segunda mitad del siglo XIX.

En consecuencia, en la era digital, alcanzamos una exposición constante a sonidos y ritmos en volúmenes que parecen infinitos. Empero, todo tiene un precio. ¿Qué lesiones nos puede ocasionar en el oído escuchar música fuerte?

Los trastornos auditivos que genera la exposición a música fuerte es similar al daño causado por enfrentarnos a ruidos superiores a más de 90 decibelios (dB), con el agravante de que, por lo general, este hábito se prolonga por largos periodos durante el día.

Debemos saber que la audición empieza cuando las ondas sonoras que se transmiten por el aire alcanzan el oído externo, la oreja, que capta las vibraciones y las envía al oído medio a través del conducto auditivo.

Oído medio

El oído medio contiene el tímpano, una fina capa de tejido, y tres huesos diminutos muy sensibles. El sonido hacer vibrar al tímpano y la cadena de huesecillos amplifica estas vibraciones y las transmite al oído interno.

Oído interno

El oído interno consta de una cavidad que está llena de líquido y recubierta por cuatro filas de diminutas células ciliadas que se encargan de producir los impulsos nerviosos eléctricos y envían la información al nervio vestibulococlear para que el cerebro interprete como sonidos. El nervio vestibulococlear también ayuda a mantener el equilibrio del cuerpo.

Cuando las células ciliadas mueren, no vuelven a regenerarse, por lo que los daños ocasionados por agresiones sonoras, sumados al envejecimiento natural del sistema auditivo, representan consecuencias PERMANENTES.

Entonces, comprendiendo el sistema por el cual escuchamos, se sabe que la música fuerte, al igual que los ruidos, sumado al envejecimiento gradual del sistema auditivo, puede generar:

  • Pérdida de audición inmediata y permanente o temporal.
  • Tinnitus constante u ocasional que se siente como un zumbido.

Por otra parte, la exposición a música fuerte puede derivar en cuadros de disfonía si este hábito impulsa a forzar las cuerdas vocales. Del mismo modo, los daños en el nervio vestibulococlear también pueden llegar a causar efectos desafortunados en el equilibrio.

Es importante informarnos sobre los riesgos que conllevan para favorecer ambientes más amigables con nuestra audición e informar a nuestro entorno sobre las consecuencias de escuchar música en volúmenes desmedidos

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