10 razones para no usar juguetes ruidosos
El oído es uno de los órganos que más tienden a enfermarse en los más pequeños, aunque pocas veces se le presta la debida atención. Al comprar un juguete pareciera que su sonido divertirá al niño pero ¿qué peligros esconden estos elementos lúdicos de apariencia inofensiva?
La estimulación auditiva es buena pero, a la vez, la sobre exposición a ruidos es un riesgo importante. Los juguetes como el de cajas de músicas suele producir entre 85 y 95 decibeles que es el límite de lo recomendable, considerando además que el sonido será constante por tiempos prolongados. Hay pistolas de juguete y robots ruidosos que llegan a los 110 y 135 decibeles, el mismo ruido creado por un camión pesado.
Así que, a la hora de elegir un juguete, hay diez razones para optar por la opción menos ruidosa:
- El oído es un órgano muy sensible que puede sufrir incluso al manipular los juguetes.
- Los ruidos pueden causar lesiones permanentes en el sistema auditivo.
- La pérdida de la audición por exposición a ruidos fuertes es generalmente un daño acumulativo a lo largo de los años.
- Al tener los brazos cortos, los juguetes de los niños están más cerca de su rostro y sus oídos.
- Los constantes ruidos predisponen al niño a interactuar con mayor efusividad y forzar sus cuerdas vocales para superar o emular estos sonidos.
- El hábito de usar juguetes ruidosos tiende a formar un ambiente de constante agresividad sonora.
- Es muy común que los niños sufran dolores de oído u otitis, la exposición a ruidos constantes tenderá a forzar aún más su sistema auditivo en estos casos.
- Los juguetes ruidosos no son sólo un problema para los niños, también para los padres, ya que frecuentemente encuentran que el ruido es irritante y molesto.
- La mayoría de estos juguetes son a batería con el riesgo agregado por su toxicidad en caso de estar mal conservadas.
- Los juguetes ruidosos implican enseñarle al niño, desde temprana edad, a no prestarle atención a su salud auditiva.
Por lo tanto, a la hora de comprar un juguete se debe tener en cuenta que los sonidos que producen impactarán en la conducta y en la salud auditiva del menor.
De igual manera, si se nota que ante ruidos fuertes el niño no reacciona o sube constantemente la voz para comunicarse, es recomendable consultar a un otorrinolaringólogo para tener un diagnóstico certero de forma temprana y seguir las recomendaciones adecuadas.